Biarritz en los años veinte representaba el glamour, la luz, la Belle Époque. Biarritz representaba la fiesta, las cenas interminables con orquesta, las bailarinas en los cabarets, la buena vida. En Biarritz, en el verano de 1925, sucedieron dos hechos que sacudieron la vida de la ciudad francesa: una mujer que se bañaba en el mar fue arrastrada por las aguas y ella arrastró, a su vez, al hombre que se lanzó a salvarla. A los pocos días, tras un temporal, apareció en el puerto el cadáver de una joven librera.

Cabaret Biarritz es la historia de una investigación. O mejor dicho, es la historia de una investigación acerca de una investigación. Narrada en tres planos temporales, la novela arranca cuando Georges Miet, un escritor con poca fortuna que escribe para periódicos sensacionalistas, recibe el encargo de escribir una novela que cuente lo sucedido en Biarritz trece años antes. Miet emprende la tarea de entrevistar a treinta personas que vivieron los hechos y que recuerdan lo que ocurrió. Ya en la primera conversación queda claro que tan importante es en la trama esclarecer los sucesos cómo conocer los detalles de la investigación de Vilko, el periodista local que se ocupó del caso.

Los treinta entrevistados pertenecen a ámbitos muy diversos y dejan ver las enormes diferencias entre clases sociales: desde el secretario judicial o los policías que intervinieron en el caso hasta las bailarinas de los cabarets pasando por amas de llaves y criadas, distintas personalidades de la ciudad o un lanzador de cuchillos.  Todos hablan de lo sucedido en primera persona. Conseguir treinta voces diferentes, bien definidas, respetando los registros propios de cada clase, es uno de los aciertos de Vales en esta novela.

Otro acierto del autor es el humor con el que salpica la novela de principio a fin. Con cierto tono de parodia, la novela se presenta como una traducción del francés. Un prólogo lleno de erudición escrito por un experto explica cómo ha recuperado la obra de Miet y publica por primera vez las entrevistas de Biarritz en una edición crítica, profusamente comentada con notas a pie de página -muy ingeniosas- y llena de referencias bibliográficas, citas de autores, alusiones a artículos de revistas y periódicos de la época... Vales arma un juego literario disfrazado de crónica periodística y de literatura dentro de la literatura que ofrece al lector distintos niveles de lectura.

Se nota que José C. Vales (Zamora, 1965) se lo ha pasado bien escribiendo esta novela, urdiendo una trama elaborada y colocando a cada personaje en su lugar. Algunos cuentan lo que vieron. Otros cuentan lo que oyeron contar. Como en cualquier conversación, todos hablan de cosas que nada tienen que ver con el caso  (la vida nocturna de la ciudad, sus distinguidos veraneantes, sus extravagancias...) pero cada personaje tiene cosas que decir que van modelando la novela, construida a base de pequeños detalles reveladores.

A pesar de las muertes y la investigación, Cabaret Biarritz no es una novela negra. Es más bien un retrato costumbrista que muestra el Biarritz de entreguerras con toda su luz, con todo su brillo. El mismo brillo que saca José C. Vales a las palabras hasta engarzarlas en una historia que se lee con placer.

Eva Cosculluela

Esta reseña apareció publicada el 12 de marzo de 2015 en «Artes & Letras», suplemento cultural de Heraldo de Aragón. Aquí podéis descargar el artículo en PDF.

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