En su espléndido Supervivientes (Xordica, 2016), Java Rosenfarv exploró la culpa que asfixiaba el corazón de quienes sobrevivieron a los campos de concentración nazis. Las escritoras de las que Mercedes Monmany (Barcelona, 1957) habla en Ya sabes que volveré (Galaxia Gutenberg, 2017) no lograron sobrevivir. Las tres murieron en Auschwitz. No tuvieron siquiera la opción de sentirse culpables.

Gertrud Kolmar (Berlín, 1894- Auschwitz, 1943) fue «una de las más grandes y secretas poetas alemanas de su tiempo, una especie de maravillosa, temerosa y solitaria Emily Dickinson». Nacida en una familia polaca burguesa, admirada por su primo Walter Benjamin, no quiso huir de Berlín para cuidar de su padre, anciano y enfermo. Antes de ser deportada, dejó escrito que a pesar de la persecución disfrutaba de la vida con pequeñas cosas, dando paseos y mirando el cielo y las nubes que enmarcaban la iglesia de San Luis. Fue gaseada nada más entrar en el campo, tenía 48 años. Acantilado publicó su poemario Mundos en 2005.

Etty Hillesum (Middelburg, Países Bajos, 1914 - Auschwitz, 1943) estudió derecho, lenguas eslavas y psicología y trabajó como enfermera en Westerbork, donde hacía de correo de la Resistencia. Cuando internaron a sus padres, Etty se entregó a las autoridades nazis para estar con ellos. Murió seis semanas antes de cumplir 30 años dejando un valioso Diario (Anthropos) escrito entre 1941 y 1943.

Irène Némirovsky (Kiev, 1903 - Auschwitz, 1942) era hija de rusos que huyeron de la Revolución y aunque vivió en Francia desde 1919, nunca consiguió la nacionalidad francesa. Su obra no fue complaciente con la comunidad judía, que consideraba que quedaba severamente retratada. A pesar de eso, fue arrestada y deportada en 1942: murió de tifus el día en que llegó al campo. Sus hijas conservaron en una maleta, sin saberlo, la inacabada -y maravillosa- Suite francesa (Salamandra, 2005),  uno de los grandes testimonios de la Ocupación.

Por las páginas de Ya sabes que volveré también desfilan otros muchos escritores y pensadores como Hannah Arendt, Primo Levi, Marceline Loridan-Ivens, Jiří Weil, Heda Margolius Kovály, Imre Kertész, Ana Frank, Hélène Berr, Mihail Sebastian, Norman Manea, Simone Weil... Todo un atlas de la literatura del Holocausto que nos recuerda cómo la barbarie acabó con una parte importante de los intelectuales europeos.

YA SABES QUE VOLVERÉ MONMANY, MERCEDES Galaxia Gutenberg Año de edición: 2017 Páginas: 180

Este artículo apareció publicado el jueves 16 de noviembre de 2017 en «Artes & Letras», suplemento cultural de Heraldo de Aragón. Aquí podéis descargar el artículo en PDF.

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